Para el que no hubiera notado la depreciación del mercado inmobiliario, lo que si habrá notado es la cantidad de pequeños locales con ofertas inmobiliarias que han surgido como hongos.
No es que el mercado haya aumentado, es que las grandes han cerrado sus puertas, prescindido de empleados y abrió en locales reducidos, con poco personal, con una oferta limitada y cambiando las actividades, las ventas son pocas y siguen en dólares, o al menos su equivalente en lo que se llama el dólar blue, las actividades de tasación y alquileres están a la orden del día.
El primer cliente de alquileres, son ellas mismas, las inmobiliarias, salpicadas en la ciudad, incluso en barrios que no son comerciales.
A partir de allí, se ha lanzado la competencia de captar locales, departamentos, casas dispuestas para alquilar.
Aún cuando los dueños han retirado de la visibilidad sus propiedades, no están fuera del mercado de ofertas, ya que con la condiciones de que la operación se realice en dólares, están dispuestos a venderlas, pero mover el aparato de comercialización, se ha detenido, en conjunto a las operaciones y en relación a la disminución del local en que las inmobiliarias han decido atrincherarse hasta que alguna política de precios las satisfaga.
No parece haber ningún proyectos que haga cambiar las cosas, el cepo cambiario se flexibiliza para favorecer el turismo, pero en aspectos tan poco favorecedores que no hay percepción del cambio.
Entre las paradojas, puede verse en la ciudad un crecimiento sostenido de nuevos edificios, de construcciones nuevas e incluso de cambios completos edilicios, ante ello, cabe preguntarse en dónde está la crisis inmobiliaria.
Pero lo que los operadores transmites es claro, son inversiones dentro de modelos que están protegidos, iniciados en el tipo de inversión de Fideicomiso, que aunque se hace en pesos, el valor es al cambio blue, y sólo tienen acceso aquellos que cuentan con dólares, ya sea porque los trae del exterior como porque ya los tenía.
Mientras tanto las inmobiliarias, relocalizadas a su vez, mantienen sus servicios de tasación y alquileres, con una agresiva campaña de captación de propiedades y clientes.
Los empleados que subsistieron a la masiva reducción de personal, en vez de quedarse en sus escritorios a esperar llamadas tuvieron que salir a perseguir negocios aguzando la imaginación.
La Cámara inmobiliaria Argentina declara que las operaciones decayeron un 85% en octubre del 2012. Es de destacar que algo sobreviva a semejante situación, la pulseada entre las políticas del gobierno y el sector no da visos de ceder, de ninguna de las partes, las propiedades crecen en valor, al ritmo del dólar blue, que por su parte está desbocado sin que parezca que hubiera tope.
Como ocurre en cualquier sector comercial, cuando hay crisis, lo mejor es dedicarle tiempo al aprendizaje, se han multiplicado los cursos y asesorías para vendedores, que será útil en el futuro y que se utiliza al menos en orientación del, quizás, futuro cliente.
Las inmobiliarias están haciendo de la asesoría un evento de importancia ante la falta de otras actividades.
Lo que antes no era tan solicitado, se está convirtiendo en la principal actividad. La complejidad en encontrar al cliente y al propietario es, más que nunca, caso de necesitad, y la esperanza para sostener una actividad que está en una profunda crisis.
Entre las pocas inmobiliarias supervivientes, se realizan convenios tácitos de cooperación, donde comparten comisiones en caso de tener que compartir las propiedades con que pueden negociar.
No hay duda que es un momento en donde el apoyo entre empresas inmobiliarias es fundamental para subsistir.
La inmobiliaria que cuenta con propiedades para alquiler, locales, departamentos, casas, tiene la mejor de las posibilidades.
La reducción del tamaño del espacio en locales, abre la posibilidad de la oferta en internet, lo cual a su vez significa cierta inversión en los costos y una reconversión en las tareas de los empleados, ya que alguien tiene que ocuparse de administrar y canalizar las actividades que se generasen en internet.